Sin Isco, Ayoze ni Guido, y a falta de que Fekir se vaya reencontrando, era fundamental que alguien surtiera de juego a los dos puntas, Wiliam José (luego Assane) y Borja Iglesias. Y quien dio el paso al frente, cuando entró por Altimira en el minuto 70, fue Marc Roca. Su temple y sus pases ahormaron el juego en esa fase de asedio definitivo. En realidad, todos los sustitutos aportaron algo bueno: Juan Cruz, Assane Diao y Aitor Ruibal también.

Luiz Henrique | Ni ante jugadores tres categorías abajo es capaz de desequilibrar

El extremo brasileño no termina de agarrar la camiseta de titular con firmeza y dejó escapar otra ocasión para reivindicarse y discutirle su sitio a Assane Diao. Sólo creó peligro una vez en la primera parte y, paradójicamente, fue cuando sorprendió por dentro, sirviendo un balón a Abde que el marroquí peinó para que Miranda estrellara el balón en el portero. Rara vez eligió la mejor opción en las jugadas y desprendió hasta cierta frialdad a veces. Con dos puntas como Willian José y Borja de salida, era el día para que los extremos rompieran.

Altimira | Colocación, manejo del cuerpo pero tibio atrevimiento

El chaval afrontó su tercera titularidad como bético tras la de Barcelona y la anterior ronda copera. Sabe colocarse, apoyar y usar su longilíneo cuerpo para ganar las disputas, aunque a veces arriesgó mucho en la salida de balón y le faltó atrevimiento para dar un paso adelante y buscar soluciones por dentro para conectar con los atacantes.

Marc Roca | Puso la pausa y el atrevimiento que tanto faltaban

Sin Isco ni Guido, al Betis le faltó alguien que levantara la cabeza y dirigiera los ataques hacia las zonas adecuadas, primero, y que dibujara algún pase de los que rompen las líneas enemigas. Y el centrocampista fue el hombre que interpretó ese papel nada más ingresar en el terreno de juego. Su pase a Abde en el empate fue una muestra.

Abde | Cuando aparecen los espacios, golpea

El extremo marroquí tardó en imponer su habilidad y rapidez ante sus marcadores, sobre todo en ataques posicionales, pero en cuanto el Villanovense se fue agotando y aparecieron los espacios, explotó su concepto rabiosamente vertical del juego y apareció en el área para arreglarle la noche al Betis cuando la eliminatoria se le iba.

Sokratis | Debe ganar ritmo en el espacio corto

Lógicamente, al griego le falta ritmo de juego y tendrá que ir ganándolo jugando partidos. En el espacio corto le falta aún ese punto de chispa para imponer su experiencia ante los delanteros y precisamente por su discreto estado de forma, optó por no complicarse con la pelota y quitársela de encima a veces.