Sevilla

Los vecinos de La Carrasca están hartos de robos, botellonas y peleas

Los vecinos de La Carrasca están hartos de robos, botellonas y peleas

Los vecinos de La Carrasca están hartos de robos, botellonas y peleas / José Ángel García

Los vecinos de La Carrasca, un barrio del distrito Macarena ubicado entre el Polígono Norte y el Cerezo, están hartos de los numerosos problemas cívicos y de seguridad que padecen en sus calles. Aseguran que la situación no es nueva, pero sí ha empeorado en los últimos meses, periodo en el que se cuentan varios atracos en establecimientos comerciales. Entre ellos, un robo en un bazar chino en el que apuñalaron a uno de los responsables del local, al que hicieron un corte profundo en el brazo. Igualmente, ha habido al menos dos robos en una farmacia. 

Esto se une a los problemas cívicos, con grupos que se reúnen en las calles hasta altas horas de la madrugada, alentados por la venta de alcohol por parte de varias tiendas de la zona. Los vecinos aseguran que llaman a la Policía, pero en rara ocasión se ha presentado una patrulla para denunciar a alguno de estos establecimientos. Uno de ellos sí ha sido clausurado recientemente y se acabó el problema. Hasta que vuelva a abrir. Los residentes recuerdan que está prohibido vender bebidas alcohólicas a partir de las diez de la noche.

Este consumo de alcohol en la calle ha provocado ya varios incidentes. En una ocasión, una vecina se subió a la azotea de su bloque y lanzó varios botes de cristal a las personas que estaban concentradas en la calle. No llegó a darle a nadie, pero uno de los proyectiles se quedó a dos metros de una residente en el barrio que nada tenía que ver con los que bebían en la calle.

También se han registrado peleas, una de ellas después de que algunas de las personas que estaban en estas botellonas se metiera con una mujer que pasaba. El marido, que venía unos metros por detrás, salió en su defensa y terminó en un altercado. No ha sido el único rifirrafe y en más de una ocasión ha habido otros incidentes similares. 

El presidente de la asociación de vecinos, Manuel Noguera, ha enviado varios escritos a la administración denunciando esta situación y solicitando que se establezca un plan de vigilancia y se implante de una vez la tan prometida Policía de Barrio, así como que se apliquen las sanciones que establece la normativa en cuanto a los horarios de venta de alcohol y consumo en la vía pública.

"Desde hace más de tres años, en nuestra barriada se están produciendo concentraciones de grupos de personas consumiendo alcohol hasta altas horas de la noche", dice uno de estos escritos dirigido al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. El representante vecinal asegura que las peleas entre estas personas, muchas de las cuales no son del barrio, son continuas y que también realizan sus necesidades en plena calle o en algún portal. "A veces lo hacen a plena luz del día, a la vista de niños y vecinos en general".

Noguera recuerda en su denuncia que ya el 19 de agosto de 2020 presentó un escrito en el distrito Macarena y ante la Policía Local sobre este asunto, y que ha asistido a reuniones con la delegada del distrito, otros representantes vecinales de la zona y los responsables de la Policía Local, en las que se expuso también un caso de acoso a una menor en el barrio. "Los vecinos tenemos que soportar y amenazas si se les llama la atención", apunta el presidente de la asocación de vecinos.

Las zonas más afectadas por estos problemas son las calles Márquez de Lozoya, Niña de la Alfalfa y Morote de Calafaf. "Y en general ocupan casi todas las calles los fines de semana deteriorando todos los espacios públicos y la convivencia pacífica de nuestros vecinos". El presidente de la asociación lamenta la falta de diálogo del gobierno municipal actual, con el que no existe la fluidez que había con el ejecutivo anterior, en el que se exponían estos problemas al menos una vez al mes, en las reuniones de participación ciudadana. Desde que tomó posesión el nuevo gobierno, sólo ha podido mantener una reunión con la delegada del distrito, Silvia Pozo.

También lamentó que la Policía no acuda con regularidad a la zona. "Yo mismo he llamado por el problema de la botellona y me atienden pero no pueden mandar a nadie". La falta de patrulleros por las noches es precisamente uno de los principales problemas que sufre la Policía Local de Sevilla. Otro problema que están teniendo es el de los coches-discoteca, que impiden el descanso de los vecinos.

Los residentes en La Carrasca se están planteando realizar una movilización de la mano de otros barrios del distrito. En las últimas semanas, la presión que la Policía está ejerciendo en el entorno del albergue, en la zona próxima al Parlamento, provoca que muchos de los indigentes que paran por allí se trasladen a otros puntos del distrito, entre otros la barriada de La Carrasca.

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