En-Nesyri fue el protagonista del Sevilla-Celta en una doble vertiente, la positiva, por el gol que abrió el marcador, y negativa, por su agarre con Quique Sánchez Flores al ser cambiado. El jugador quiso quitarle hierro al asunto y para ello habló en los medios oficiales del Sevilla.

"No ha pasado nada", comenzó diciendo al ser preguntado por ese enfrentamiento, tras ser relevado por Lukébakio en el minuto 61 y darle sendas patadas a la nevera y una botella y ser reconvenido por Quique, al que se revolvió. Tuvieron que llevárselo entre Ocampos y Marcao. 

👉🏼 Aquí otro plano del momento de tensión que se ha vivido entre Quique Sánchez Flores y En-Nesyri tras el cambio del delantero.😤 Se ve una primera charla entre QSF y Youssef donde el entrenador le explica el cambio y el delantero le responde con los brazos levantados y… pic.twitter.com/YUx1qXtz53

— Álvaro Muñoz Gómez (@AlvarooSVQ) March 17, 2024

"Fue un cambio duro, son los nervios del partido", continuó explicando. Sabe que yo siempre quiero ayudar a mi equipo. Como íbamos 1-0 no quería salir, estaba concentrado para hacer el segundo. Son cosas que pasan siempre. Lo tenemos que olvidar y prepararnos para ganar los próximos partidos y dejar a la afición tranquila y contenta", continuó el marroquí.

En-Nesyri, tras echar agua al fuego, pidió más unión en el juego. "Tenemos que seguir jugando y entrenar lo que nos falta para ganar más. Tenemos que ayudarnos entre nosotros siempre".

En esa idea coincidió con Quique, que habló así de su rifirrafe. "Trato a todos los jugadores como iguales. Todos tienen el derecho de jugar minutos y, entre ellos, quitarse minutos los unos a otros. Partiendo de eso, personalmente, nunca me gusta que en público se pidan explicaciones, que haya protestas y aspavientos, pero son situaciones que se resolverán internamente, dentro del vestuario".

El madrileño también recordó que estaba siendo "condescendiente" con En-Nesyri, que lleva "dos semanas jugando con una lesión en el tobillo y está jugando mermado".